DATOS DE LA AYAHUASCA

Cosas que debes saber antes de tomar a la abuelita Ayahuasca (Yagué)

Antes que nada, no busques un milagro, Tú haces el milagro

En sus lugares de origen a la ayahuasca se le tiene mucho respeto, incluso cierto “miedo”

Porque? ciertamente porque la toma de ayahuasca no es sencilla

Se desatan apegos, traumas, duelo, dolores, miedos, pánico, ansiedad y todo eso asusta mucho

1. La ayahuasca ó Yagé no provoca alucinaciones,SI NO VISIONES💥 te lleva de viaje al inconsciente.

Por su composición química, la ayahuasca es considerada una sustancia enteógena y no alucinógena, lo que significa que el estado de conciencia alterado que produce nos conecta con nuestra parte más espiritual. Etimológicamente, “enteógeno” significa “ser inspirado por los dioses”. Es por eso que habitualmente se toma para llegar a conectar con partes dormidas o bloqueadas en nuestro inconsciente o para conectar con lo sagrado del mundo.

2. No es la ayahuasca/yagé la que produce el “viaje”.

La sustancia psicoactiva que modifica nuestro estado de conciencia es el DMT y no se encuentra en la soga de ayahuasca, sino en las hojas de un arbusto bajo de selva llamado chakruna. Nuestro cuerpo (que por sí mismo segrega DMT en cantidades muy pequeñas, por ejemplo cuando recién nacemos) posee la habilidad de neutralizar el efecto de la sustancia psicoactiva. Es decir: la chakruna por sí misma no puede provocarnos nada. La ayahuasca es la que posee la capacidad de bloquear las enzimas de nuestro hígado para que el DMT sea metabolizado con éxito.

Lo curioso es que la ayahuasca es la única planta de la selva (entre millones de especies) capaz de bloquear estas enzimas en nuestro cuerpo. ¿Cómo lo supieron los chamanes?

3. Es muy importante dietar antes y después de la toma.

Como medicina, la ayahuasca posee sus propias instrucciones de uso. Una de las más importantes es cumplir con el proceso desde el principio hasta el final. Dependiendo de la zona donde tomes ayahuasca, los chamanes tendrán una manera distinta de prepararte para ello, pero siempre habrá una dieta que seguir. Esto es: abandonar productos “nocivos” o “fuertes” como la carne, la leche, el café, el alcohol, e incluso el azúcar un tiempo antes de la toma y también durante periodos que van de una semana hasta tres meses después de tomar. Esto sucede porque en la selva la ayahuasca se toma más como purga que como conector con mundos invisibles, es decir, para curar enfermedades del cuerpo (como puede ser una gastritis o incluso un cáncer). La dieta, por tanto, prepara nuestro cuerpo para llegar lo más limpios posibles al encuentro con la planta.

4. Se pasa mal, se pasa bien, se disfruta, se teme, se vomita, se sana.

La experiencia con la ayahuasca es integral y con toda probabilidad te provocará emociones muy diversas y contradictorias en una misma toma. La ayahuasca nos remueve por dentro y saca a la superficie cosas que nos gustan de nosotros mismos, y también problemas o traumas que tenemos bloqueados. Es importante no pensar en esto en términos de “bien” y “mal”, sino como parte de una sanación completa. El chamán siempre está ahí para guiarte y para que no pases miedo. Elígelo bien: ha se ser de confianza.

5. La ayahuasca/yagé no es una atracción turística.

Aquel que quiera tomar ayahuasca para divertirse, que se abstenga y elija otra sustancia. Por toda la selva hay estafadores que venden ayahuasca en botellitas para que cada cual lo consuma a su modo. Por favor, no lo hagas. La presencia del chamán es crucial, así como una actitud de respeto hacia la medicina, la cultura amazónica y a nosotros mismos.

6. Mucho cuidado con los facilitadores que eliges.

Las buenas intenciones de “querer ser chamán” no bastan

Y sin afán de desprestigiar a los facilitadores

Pero no se trata de un “chamán” que tomó medicina un tiempo y se puso un disfraz para dirigir una ceremonia

Busca alguien de confianza, con tiempo trabajando la medicina, con experiencia

Que tenga muchísimo respeto a la planta y a la cultura de donde proviene

Y ya para finalizar el espíritu vivo de la Ayahuasca no sana nada. Ella alumbra la oscuridad para que veas por un momento, después vuelve a apagar su antorcha, porque su intención no es quitarte tu poder, tu voluntad, tu autoridad, tu empoderamiento.

Ella apoya, no ayuda. 

Te prende la luz y luego la apaga. 

Esto tiene una razón de ser. 

Ella no te quiere dependiente, ella te quiere vivo.

Te quiere consciente.

Te quiere libre. 

Te quiere en paz.

Aquí y Ahora. 

"Námaste"

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