La soledad no es solo un sentimiento emocional, a largo plazo pueden tener efectos negativos para la salud mental, cognitiva, física y emocional en adultos mayores y personas que se encuentran solas. Investigaciones revelaron que el aislamiento social avanzado, puede alterar regiones clave del cerebro comprometiendo la estructura y el funcionamiento adecuado.
El aislamiento reduce la materia gris y blanca en regiones clave como el hipocampo, la corteza prefrontal y la amígdala, aumentando el riesgo de demencia, ansiedad y depresión.
La soledad también afecta nuestra capacidad de conectar con los demás debilitando la habilidad de leer expresiones faciales, empatizar y formar vínculos significativos, esto hace que volver al aislamiento sea más recurrente y prolongado.
Esta no es solo una publicación sobre estudios y efectos, es una invitación como humanos a empatizar con aquellos que sabemos que la soledad los aísla. En estos tiempos donde la soledad se ha vuelto tan común, es importante brindar apoyo emocional a aquellos que necesitan un poco de conexión.
Compartido por Institutos Nacionales de Salud, Escuela de Medicina de Harvard.
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